Nuestra historia comenzó durante una cena familiar en Michoacán, cuando mi hijo de dos años quiso usar un plato tradicional de barro como todos los demás. Como era de esperarse, el plato se rompió… y ese momento encendió una idea: ¿por qué no crear diseños tradicionales pensados especialmente para las manos pequeñas?

Esa chispa de inspiración nos llevó a colaborar con artesanos locales en México y a formar alianzas con fabricantes alrededor del mundo.

Hoy, nos sentimos orgullosos de ofrecer productos que combinan autenticidad cultural con características modernas de seguridad. Cada pieza cuenta con doble certificación de laboratorio, tecnología de succión mejorada y refleja las hermosas tradiciones artísticas de América Latina. Nuestra colección en constante crecimiento representa nuestro compromiso de ayudar a las familias a crear conexiones significativas a través de productos seguros, accesibles y llenos de riqueza cultural.